Cómo te hables a ti mismo/a afectará a tu rendimiento
Sabemos que la mayor parte de nuestro tiempo estamos funcionando con un diálogo interno, ya sea consciente o incosnciente. Por ejemplo, hoy tengo que recoger a los niños, limpiar el coche, ir al banco, responder mail, hacer la comprar,..... Este diálogo es nuestra manera de comunicarnos con nosotros mismos, y nos ayuda a organizarnos, a priorizar y a centrar nuestra atención y esfuerzo en los aspectos más relevantes de nuestro día a día.
Las autoinstrucciones son el diálogo interno mediante frases o palabras clave que los atletas se dirigen a sí mismos. Este autodiálogo se establece durante una determinada actividad permitiendo a los deportistas interpretar sentimientos y percepciones, regularlos y cambiar evaluaciones y cogniciones, y darse instrucciones y refuerzos. Puedes expresarlas bien en voz alta o bien mentalmente.
Imagínate que estas escalando y estás llegando a la reunión casi sin fuerzas a punto de caer, o que estás en una carrera y te empiezas a encontrar muy cansado y aun te faltan varios Km para terminar, o que tienes que hacer un saque perfecto en un partido de pádel, o que estás en el punto de salida antes de realizar tu truco de snowboard ….en estos y en otros muchos momentos tras evaluar la situación (la distancia que nos queda, la dificultad, …), evaluar cómo te sientes emocionalmente (miedo, angustia, inseguridad, ansiedad,…) y físicamente (cansancio, extenuación, dolor,…) nos hablamos para darnos unas instrucciones concretas bien para realizar una ejecución perfecta bien para animarnos o sacar fuerzas de donde creemos que ya no hay, o todo lo contrario.
Este diálogo interno condiciona enormemente nuestros resultados, su poder es mucho más impactante sobre nosotros y nuestra ejecución y resultados de lo que creemos. Un diálogo interno erróneo afectará a tu productividad y tu rendimiento. Si los mensajes que te das son negativos, tipo no vas a poder, es imposible, no aguantarás, no puedo, no soy lo suficientemente bueno ....finalmente no podrás hacerlo, te rindes, desistes a tu propósito y olvidas todas las capacidades suficientes para conseguir todo lo que te propones. La autoexigencia desmesurada puede conducirnos a este tipo de diálogo interno. Sin embargo, es posible seleccionar y entrenar el lenguaje interno más apropiado para mejorar y potenciar nuestro rendimiento en diferentes situaciones y con diferentes objetivos.
Es decir, se trata de establecer una autoconversación estratégica mediante el uso de palabras clave destinadas a mejorar el rendimiento a través de la activación de respuestas apropiadas. Básicamente el uso de autoinstrucciones cumple dos funciones:
Instructiva: los atletas se proporcionan instrucciones para la acción, habilidad y/o estrategia tanto en aspectos de desarrollo como de perfeccionamiento y posteriormente ejecutan la acción adecuada simplemente siguiendo la autoinstrucción. El diálogo interno de instrucción facilita la comprensión por parte de los deportistas de los requisitos de las tareas, ayudándoles a prestar atención a tareas relevantes que afectan su concentración durante la ejecución de tareas. Ej. mueve los pies, invertido, regleta, aprieta , viene el paso, respira, endereza las rodillas y salta ligeramente hacia delante cuando tires a canasta.... Este tipo de autointrucciones sería apropiadas para la perfecta ejecución de la técnica. Se cree que mejoran el rendimiento activando la acción deseada a través del enfoque atencional, la técnica correcta y la ejecución de la estrategia.
Motivacional: ayuda a los deportistas al influir en su excitación y ansiedad, ayudándoles a dominar las circunstancias desafiantes y facilitando el logro de sus objetivos. Mediante el uso de estos mensajes los deportistas se refuerzan para lograr el resultado deseado, bien para animarse bien para reñirse. Las autoinstrucciones de tipo motivacional son más apropiadas para sacar el mejor partido en habilidades motoras que requieran fuerza y la resistencia debido a los beneficios psicofisiológicos (por ejemplo, estado de ánimo, confianza y esfuerzo). Ej. venga, vamos, puedes hacerlo, aguanta ....Se piensa que facilitan el rendimiento al aumentar la confianza, inspirar un mayor esfuerzo y al crear un estado de ánimo positivo.
Usar un tipo u otro de autoinstrucciones (motivacionales vs instructivas), por lo tanto, dependerá de lo que queramos conseguir en cada momento y de la situación en la que nos encontremos. El autodiálogo instruccional puede ser efectivo en una amplia variedad de deportes y tareas que involucran coordinación motriz fina, precisión y sincronización . Es decir, las usaremos cuando estemos aprendiendo una técnica o movimiento concreto o queramos conseguir una ejecución perfecta. Mientras que si lo que queremos es obtener un mejor rendimiento en fuerza o resistencia usaremos autoinstrucciones de tipo motivacional.
La efectividad de esta herramienta psicológica para mejorar nuestro rendimiento deportivo se debe a que actúa a través de diversos mecanismos:
Mecanismo cognitivo: los mensajes enviados actúan mejorando que nuestro foco atencional, provocando que la persona esté centrada en la tarea y no en distracciones externas (ruido, estímulos visuales irrelevantes,...) o internas (pensamientos negativos). Además, ayuda a mantener el autocontrol, contrarrestando los efectos del agotamiento cognitivo (ego depletion).
Mecanismo motivacional: las autoverbalizaciones ayudan a producir una mejora de la autoconfianza y la motivación.
Mecanismo conductual: mediante el diálogo interno se pueden producir mejoras en la ejecución de la técnica deportiva.
Mecanismo emocional o afectivo: mejorando el estado de ánimo y disminuyendo los niveles de ansiedad.
Referencias:
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